jueves, 29 de septiembre de 2016

IDENTIFICACIÓN DE PERSONAS A TRAVÉS DE LA VOZ

IDENTIFICACIÓN DE PERSONAS A TRAVÉS DE LA VOZ

Roberto Geovanny Moreno Dillon. Abogado y Perito en Criminalística. Doctor en Jurisprudencia de la Universidad Técnica Particular de Loja, Ecuador. Perito en Criminalística de la Escuela de Carabineros de Chile. Perito en Inspecciones Criminalísticas del Instituto de Criminalística de la Policía Nacional del Perú. Diplomado en Tráfico Ilícito de Drogas, Adicciones y Violencia Social de la Universidad Federico Villarreal de Perú. Diplomado en Mediación, Conciliación y Arbitraje de la Universidad Santa María La Antigua de Panamá. Diploma Superior en Seguridad Ciudadana de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales de Quito. Especialista en Gerencia de la Calidad y Productividad con Normas ISO de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Principal de Inteligencia Pericial. Principal de Gestión Operativa de EcuaForense Cia.Ltda. Correo electrónico: rmoreno@ecuaforense.com


Datos preliminares

La ciencia forense a través de las técnicas de identificación de voz, ha logrado en las últimas décadas identificar a un individuo a partir de la grabación de su voz, resulta una técnica interesante, cuyas aplicaciones son cada vez más numerosas, dadas las características de los casos, relevancia de las pruebas y manejo de evidencia en la corte, especialmente en los Estados Unidos de Norteamérica y otros países desarrollados. Estas técnicas han sido desplegadas en función de la teoría que, la voz humana es única y puede ser usada como medio de prueba en la identificación e individualización de personas.

La comparación de voces ha sido desarrollada como consecuencia de los modelos del habla humana, en principio derivadas de un análisis de las palabras utilizadas por el hablante, y debido a las nuevas técnicas de análisis acústico, varias personas se han preocupado por demostrar la confiabilidad de la técnica y que sirva a los fines de la justicia como medio de prueba.

Existe evidencia estadística que señalan que el ser humano emplea más o menos el 70% de sus horas en la comunicación verbal, es decir, que cada uno de nosotros empleamos alrededor de 10 a 11 horas diarias para comunicarnos.

Factores elementales

Actualmente existe a disposición del experto, innumerables y sofisticadas técnicas en el análisis de voces, acorde al avance tecnológico de las sociedades, pero es de anotar, que el papel que juega el experto en el tema, es preponderante, ya que es él quien valida el trabajo de análisis pericial, valiéndose de los estándares establecidos para el efecto. De ahí que, es imprescindible que en todo análisis se realice, primeramente un estudio auditivo y luego el estudio espectrográfico, para de esta forma obtener un mejor más objetivo.

La identificación de personas a través su voz demanda acciones específicas para conocer y entender las bondades de la acústica en cuanto a la identificación de la Voz Humana, destacando el papel de la fonética y la fonología, que entre otras forman parte de las ciencias lingüísticas, que son las encargadas del estudio de los sonidos producidos por los órganos vocales humanos, y en particular, de aquellos sonidos que son usados en el habla humana.

En una visión amplia, la importancia de ésta disciplina al momento de realizar el análisis comparativo de la voz humana, como elemento necesario para la identificación de una persona, mediante la visualización de la señal del habla sea en papel o en una pantalla de computadora.

De alguna manera, hoy en día no es extraño para nosotros que los sistemas automáticos sean los instrumentos o herramientas que permitan un análisis acústico, mucho más simple y por lo general más rápido que con otros instrumentos, sin embargo recordemos que la experiencia y conocimiento del experto o perito, es imprescindible en el trabajo técnico dentro de esta interesante disciplina criminalística.

La teoría fundamental utilizada en la identificación de voz descansa sobre la premisa de que cada voz es individualmente característica de una persona y distinta de las otras de su misma especia. Y en este contexto se pueden distinguir dos factores en el proceso del habla humana: a) La relación del tamaño de la cavidad vocal, la garganta, cavidades nasales y orales; la forma, longitud y tensión de las cuerdas vocales del individuo, localizadas en la laringe. b) La forma en que el articulador o sea los músculos de tracto vocal son manipulados durante el habla.

Al hablar del articulador, consideramos a los labios, los dientes, la lengua, el paladar suave y los músculos de mandíbula, cuya interacción controlada produce el habla inteligible, es decir, el habla que obedece al proceso de aprendizaje arbitrario de imitar lo que otros se comunican, en consecuencia, la probabilidad que dos personas pudieran desarrollar un modelo de empleo idéntico en cuanto a su articulador es muy remota.


Por lo tanto, la posibilidad de que dos oradores (hablantes) tuvieran dimensiones idénticas de las cavidades vocales y configuraciones acopladas al modelo de empleo del articulador de forma idéntica resulta sumamente improbable.

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